La intención de este blog es dar una visión lo más amplia posible de los distintos métodos educativos que se han desarrollado desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, con el fin de orientar a los padres/tutores a la hora de elegir un sistema u otro para sus hijos.
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Muy interesante el artículo. A mí se me saltan las lágrimas de pensar en el sistema finlandés. En mi profesión (soy arquitecta) se dice que el que se dedica a la enseñanza es que no sirve para otra cosa (yo lo hago por elección y por vocación). Mi colegas finlandeses, en cambio, son lo mejor de la suya, y se les nota en todo. ¡Ay!
ResponderEliminarLa profesión mejor valorada por la población, jeje. Un país cuya afición nacional es la lectura. Ah...
ResponderEliminar¡Y nosotros uno de los principlaes productores mundiales de libros...! Y qué decir de Japón... Estaba yo buscano cosas por la web y me topé con esto: http://www.nier.go.jp/English/index.html Es el NIER (National Institute for Educational Policy Research) y casi me da EL infarto. Con un solo vistazo se ve que no han dejado ni un ápice de la materia (al menos, que a mí se me ocurra) sin investigar: la educacón superior, la primaria, la secundaria, los currículums, los edificios... ¡TODO, TODO, TODO! Los dientes me arrastran.
ResponderEliminarMuy clarito lo exponen todo, sí.
ResponderEliminarY si la UNESCO, la OCDE y todo el mundo lo tiene tan claro, ¿qué es lo que falla aquí?
¡Vaya!, me salté esto. Lo que yo creo que falla es la voluntad. O mejor, la falta de ella para llegar a un consenso nacional. Por ejemplo, nunca se ha hecho en este país un debate serio sobre cómo gestionar nuestro "patrimonio difícil", porque la transición hizo tábula rasa. Entiendo que tuvo que hacerlo para evitar otra guerra, pero quizá deberíamos hacerlo nosotros: nuestra generación. No es fácil, pero hay muchos modos. Se ha hecho en otros sitios, y de forma muy sabia, y creo que sería posible aprender de ello. Pienso por ejemplo en cómo se gestionó en Alemania el patrimonio nazi. (Aclaro que entiendo por patrimonio no sólo el material, sino también el inmaterial). Tengo la impresión de que no se podrá llegar a nada serio, a nada que merezca la pena de verdad, hasta que se haga eso. La educación de un país no puede quedar a merced de nada ni de nadie, tiene que estar por encima de casi todo y modificarse sólo para actualizarla - lo cual ya es bastante-. Si resulta que un gobierno puede imponerle su ideario y hacer obligatorias en la Selectividad las carreras de sacos, estamos vendidos. Además, falla la inspección: parece broma, pero es imprescindible para que funcione bien. Y falla también el acceso a la carrera docente: debería ser como en Finlandia: sólo los mejores pueden optar. Si ya es dramático que los alumnos no entiendan algo de lo que les transmite el profesor, no digamos si resulta que el profesor no entiende lo que le dicen los alumnos. ¡Y conozco más casos de estos de los que quisiera! En este país hay mucha costumbre de pensar, como dicen los ingleses, dentro de la caja. Yo esto lo entiendo como signo clarísimo de falta de criterio. Y aquí viene la pescadilla: es imposible esperar criterio de quien no tiene capacidad PROBADA para desarrollarlo.
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